domingo, 4 de mayo de 2008

y no termina nunca...

Impresionante ruido al
quebrarse, el estruendo
se oyó en toda la casa
y por la ciudad se paseó.

Elegía de un paraíso,
una mierda de
efectos encontrados,
todos los laberintos todos,
los de Borges y los de otros
liándome la cabeza.

Tengo un dolor tan grande
y otro tan pequeño
infinitamente perseverantes,
definitivos.
Madrid.

1 comentario:

zalochi dijo...

poesi e pintura de uma damaticidade que impressiona