martes, 25 de septiembre de 2007

Vístete de mí

Torpeza casi gentil
de una cabeza que se expande
empeñada en el amor y
sus ilógicas formas.
Vístete de mí
o déjame en ese ánimo
de ayer, déjame quieta
que vivo yo -para que lo sepas-
demorada de continuo.
Pesa tu lengua caliente exigiéndome,
la mano que detrás
escondes con un dejillo de esa
posible eternidad que predices
en medio de un luto
como canto de 2 x 4,
como La soledad de Piazzolla
en compás prodigioso, solitario,
íntimamente de bandoneón.


Madrid.

1 comentario:

Bertix dijo...

Me gusta Piazolla y me gustan tus poemas :-)